Se dice que Daniel Defoe estuvo habitando la isla de Santa Marina, donde escribió su novela autobiográfica ficticia. Su protagonista, un naúfrago inglés que pasa 28 años en una isla desierta en la costa de Loredo, Ribamontán al Mar.
Robinson Crusoe es la novela de aventuras más disparatada y divertida que jamás puedas leer.
Se dice, se cuenta, se rumorea que la figura ficticia de Robinson y su compañero Viernes esta inspirada en hechos reales ocurridos a dos pescadores de Ribamontán al Mar que después de su jornada de pesca en la isla les atrapó una tormenta, dejandoles aislados en el atolón de la costa cántabra.
A partir de aquí la hitoria es vuestra y, para que conozcáis mejor el lugar, a continuación os dejamos un pequeño reportaje de este bello y singular espacio natural.
La mayor isla del Cantábrico, situada frente a las costas de Loredo – Ribamontán al Mar, cuenta con 18,5 hectáreas, en su mayor superficie colonizada por especies exóticas invasoras, como el plumero y la chilca. Todo ello gracias a la cercanía con la costa y los vientos que favorecen la diseminación de sus semillas.
En 2016 y 2017 se realizó, por parte de Fundación Naturaleza y Hombre, dentro del proyecto LIFE+Miera junto a MARE, un abordaje al problema bajo el objetivo de restaurar el brezal costero de este enclave único en el Cantábrico.
Durante la Edad Media existió un Monasterio Jerónimo, que finalmente fue abandonado por la dureza de la vida en la isla. Es un terreno prácticamente llano de forma alargada rodeada de grandes acantilados. Actualmente existe un importante asentamiento de la gaviota patiamarilla.
La gaviota patiamarilla, una de las aves marinas más abundantes de la cuenca del Mediterráneo —debido a su enorme adaptabilidad tanto para alimentarse como para elegir hábitat—, fue diferenciada hace tiempo de la gaviota argéntea europea, de la que se consideraba una subespecie. Además de su área de distribución —más norteña en la argéntea—, algunos rasgos morfológicos permiten diferenciar ambas especies, que resultan, en cualquier caso, muy similares.
En la isla de Santa Marina tiene una de las rompientes para la práctica del surf más carismáticas de la costa norte. Tiene dos picos, uno al lado este de la isla que rompe de izquierdas sobre una laja de rocas planas. Y, el segundo, en su cara oeste despierta la derecha pegada a los acantilados abriendo su brazo hacía la playa, ofreciendo secciones tuberas, maniobrables y divertidas, pero siempre que tengas el nivel que la ola requiere. Sino, es mejor que no entres.
Durante los días de marejada grandes es donde asoma su potencial. Es un lugar donde existen muchos locales, es un spot para expertos/as con acceso a remo.
En el 2020 se realizó el II Rip Curl Santa Marina Challenge. Organizado por el laureado Pablo Gutiérrez, local de las rompiente del municipio.
Actualmente esta abierto el periodo de espera Para ello, de nuevo contará con la participación de invitados/as de primer
nivel, pesos pesados del surf nacional y europeo que se verán las caras
con los y las mejores especialistas locales para conformar un cartel de lujo.